La gaviota exterior
Bajé a la playa largamente abierta
y me bañé en la sal celeste y mía
(en la llama por dentro giratoria)
en la luz terrenal, terrestre y mía
dentro del mar, hundirme lentamente
allá en el interior del día azul
por dentro de la playa que se abría
el árbol de la luz, el alto incendio
inmóvil, donde la gaviota fija raya
el horizonte de cristal tendido,
rompe la claridad deslumbradora
y sale, allá, al exterior del día.
El animal perdido todavía, 1989 |